En su último boletín "World Financial Markets", correspondiente al cuarto trimestre de 1998, la JP Morgan destaca la solidez de la economía española, pero estima que, pese a ello, no podrá mantener el ritmo de este ejercicio, debido a que la crisis global reducirá las exportaciones y las inversiones.

Sólo dos países de la Unión Europea, Portugal y Grecia, crecerán más que España, a una tsa del 3,3 por ciento en ambos casos, mientras que Alemania e Italia lo harán al 1,5 por cien y Francia al 1,7. El Reino Unido, según estos pronósticos, entrará en una auténtica recesión y experimentará un crecimiento cero.

Para España, la JP Morgan estima que la inversión en equipos crecerá un 3,2 por ciento, frente a un 11,5 por cien de este año, lo que además no se verá compensado por más proyectos inversores en construcción, ya que también se desacelerará, del 6,1 al 5,6.

En cuanto a la inflaión, los expertos del banco norteamericano estiman que crecerá en 1999 un 2 por cien, muy ligeramente por encima del 1,8 calculado por el Gobierno.

Un rasgo negativo de la evolución esperada en la economía española es el aumento del déficit comercial, que superará los 3,7 billones de pesetas. Eso hará que incluso la balanza por cuenta corriente cambie de signo, ya que el turismo y las transferencias recibidas de la UE no serán suficientes para compensar el déficit comercial.

Según la JP Morgan, l balanza corriente tendrá el año que viene un saldo negativo de 438.000 millones de pesetas (el equivalente a un 0,5 por ciento del PIB), frente a un superávit de 120.000 millones este año.

Por contra, el empleo experimentará una clara mejoría, pese a la reducción en el crecimiento económico, que hará bajar la tasa de paro desde el 18,9 al 17,2 de la población activa entre 1998 y 1999.