El Gremio de Joyeros, Plateros y Relojeros de Madrid trasladará estas peticiones al ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, en el encuentro que mantendrán esta tarde, según informó hoy en rueda de prensa su secretario general, Armando Rodríguez.

Los joyeros y los comerciantes denunciaron la situación de inseguridad que vive el sector, con la muerte el pasado día 9 del joyero de Móstoles Antonio Sancho, a la que han seguido después varios atracos a punta de pistola en otros establecimientos.

Esta situación ha llevado al Gremio de Joyeros de Madrid y a la Confederación del Comercio Especializado de la Comunidad de Madrid (COCEM) a convocar una manifestación para el próximo día 28, bajo el lema "Madrid por la seguridad de todos. Exigimos trabajar en paz. No más muertes".

La concentración, que partirá a las ocho de la tarde desde la Glorieta de Ruiz Jiménez y finalizará ante el Ministerio de Justicia, cuenta con el respaldo de la Confederación Española de Comercio, la Cámara de Comercio de Madrid y multitud de asociaciones de comerciantes y de otros sectores, como los expendedores de tabaco, los hoteles, los taxistas y las gasolineras, entre otros.

Además, ese mismo día los comercios y joyerías de la región cerrarán durante diez minutos al mediodía en protesta por la muerte de su compañero de Móstoles y para pedir "que ningún comerciante tenga que morir para ir a trabajar", según Rodríguez, quien explicó que en el caso de los joyeros el paro será de ámbito nacional.

La reforma del Código Penal para endurecer el tratamiento a los delitos patrimoniales y la prisión preventiva para los delincuentes que cometen delitos sistemáticamente son las dos prioridades de los joyeros y comerciantes. Sobre esta última, Rodríguez pidió que la Ley de Enjuiciamiento Criminal establezca cuantas veces tiene que ser imputado penalmente un delincuente para pasar a prisión preventiva.

SOLUCION COORDINADA

También reclamó que se inhabilite para desarrollar la actividad comercial a aquellos comercios que participen en la reventa de los productos robados por los delincuentes. Pero, para Rodríguez, el problema de inseguridad que vive el sector y el comercio en general no es meramente legislativo y judicial, sino que debe ser abordado de manera coordinada por todos los ámbitos sociales e institucionales.

Rodríguez exigió también un mayor control de individuos y grupos de delincuentes extranjeros, sobre todo sudamericanos, porque "hay una nueva oleada de entrada de personas que han sido expulsadas de España y que vuelven a nuestro país con documentación falsa y el ánimo de volver a cometer delitos". Además, pidió recuperar la proposición no de ley presentada por el PSOE hace algunos años para que la seguridad privada en los comercios la subvencione el Ministerio del Interior al no ser suficientes las Fuerzas de Seguridad del Estado.

Según los joyeros, en los últimos ocho años se han producido una media de 100-110 robos con violencia cada año, a los que hay que sumar otros 400-500 pequeños hurtos y estafas cada año que no se denuncian en la mayoría de los casos "porque es una pérdida de tiempo y les sancionan con muy poco".

Además de las importantes pérdidas económicas que ocasiona esta situación al sector, lo peor, según el Gremio, es que los joyeros y los comerciantes en general "tienen miedo y temor a tener que jugarse la vida para trabajar". Indicaron que en el comercio en general se producen anualmente entre 10.000 y 15.000 delitos y robos.