Amaya Arruabarrena y Estitxu Uranga, de 18 y 20 años, se encontraban en el lugar de los hechos, la plaa Xenpelar de Rentería, cuando un grupo de encapuchados atacó con 'cócteles molotov' la furgoneta de la Ertzaintza.

Tras el asalto, la furgoneta en llamas y sin control arrolló a su paso a las dos chicas, que resultaron heridas de gravedad. Ambas declararon que no pudieron ver lo sucedido. Tan sólo oyeron gritar a alguien que les avisó de que corrieran y segundos después fueron arrolladas por la furgoneta. Las dos sufren lesiones físicas y las secuelas afectan a su vida cotidiana.

Amaya Arruabarrna sufre pérdida de masa muscular en la pierna derecha, sube escaleras con dificultad y todavía tendrá que ser operada en varias ocasiones. Las cicatrices le impiden ir a la playa por motivos estéticos, según explicó.

Estitxu Uranga sufrió fractura de tobillo, rotura de pómulo y de cadera y perforación del muslo con orificio de entrada y salida. También señaló que sus amigas se impresionan con sus cicatrices. Ambas jóvenes han perdido el curso escolar.

Tras las jóvenes, prestó declaración el jefede investigación de la comisaría de la Ertzaintza en Rentería e instructor del caso, quien afirmó que, según las investigaciones que efectuaba el grupo de agentes a su cargo, los tres acusados, Aitor García, Jon Ander González y Unai Erquis, formaban parte de los grupos radicales violentos de la localidad.

También confirmó que había más sospechosos del atentado, pero que por falta de pruebas no pudieron ser incluídos en las diligencias.

El juicio continuará esta tarde con la declaración de tres jvenes y del agente de la Ertzaintza que realizó tareas de auxiliar en las diligencias.