Además de la circunstancia agravante de cualquier delito por motivo racista o discriminatorio y de la penalización del genocidio, que ya estaban recogidas con anterioridad en las modificaciones aprobadas por las Cortes, según señala la organización, el nuevo Código Penal sanciona la provocación a la discriminación, odio o violencia, l difusión de ideas o doctrinas que nieguen o justifiquen el genocidio o pretendan la rehabilitación de regímenes o instituciones que amparen las prácticas generadoras del mismo.

Según la Asociación Jóvenes contra la Intolerancia, el nuevo Código Penal recoge un amplio paquete de medidas sancionaoras que sin duda evitarán cuando menos la impunidd de muchas prácticas y conductas que están fuera de la ley en la mayor parte de los países de la Unión Europea, avanzando en el camino señalado por el Parlameno Europeo y su propuesta de directiva en materia de legislación contra el racismo.

A juicio de esta organización, el legislador española, pese a dar un salto cualitativo transcendente en el Código Penal, deberá ir pensando en legislar una acción positiva de protección de las minorias, haciendose eco de las organizaciones no gubernamentales y las recomendaciones de las instituciones europeas, con el fin de crear instrumentos públicos de protección de las minorias discriminadas y organismos de participaión ciudadana para la prevención, orientación y diseños de políticas que impidan la discriminación racial, religiosa y sexual.