Ser mujer, iabética y joven son tres factores que, en combinación, duplican las probabilidades de padecer anorexia o bulimia, según los expertos de la Universidad de Toronto que han centrado su estudio en jóvenes de 12 a 19 años.

Los investigadores canadienses lo atribuyen a la pérdida de peso inicial en las mujeres cuando se les detecta la presencia de azúcar en la sangre. Este adelgazamiento, obligado por las circunstancias, se equilibra después, cuando el tratamiento a base de insulina está ya en marcha. Muchs de estas jóvenes pacientes vuelven a su peso anterior, lo que llega a afectarlas psicológicamente.

Por otro lado, está el hecho de que se ha observado que un 30% de estas diabéticas experimentaban ansias o deseos irrefrenables de consumir alimentos, y alredor de un 11% asegura que, en ocasiones, no se inyectan toda la insulina prescrita para poder así perder algo de peso. Estas dos circunstancias juegan un papel importante en la tendencia aumentada de las diabéticas más jóvenes a padecer desórdenes elativos a la nutrición.