Ésta es una de las conclusiones de un estudio presentado hoy por la Fundación RACC y la Asociación Nacional de Fabricantes de Bebidas Refrescantes Analcohólicas (Anfabra) para evaluar el binomio entre alcohol y conducción.

El informe recuerda que la cantidad de alcohol necesaria para alcanzar el límite de alcoholemia es de 1,5 vasos de cerveza, dos copas de vino, dos chupitos de licor y un combinado.

Pues bien, los jóvenes masculinos consultados de entre 18 y 34 años creen que el umbral está en 4,5 vasos de cerveza, 4,6 copas de vino, 5,3 chupitos de licor y 4,2 combinados, pero las jóvenes se aproximan más a la realidad: 1,9 vasos de cerveza, 1,6 copas de vino, 1,7 chupitos de licor y 1,3 combinados.

Estas percepciones varían ligeramente en el caso de los adultos de 35 a 64 años, aunque la proporción en los hombres disminuye en relación a los jóvenes y la de las mujeres aumenta respecto de las chicas de entre 18 y 34 años.

"MUCHA PEDAGOGÍA"

El responsable de Seguridad Vial del RACC, Lluís Puerto, aseguró que esta percepción incorrecta se debe a "la cultura popular" y, sobre todo, a "la falta de información", por lo que solicitó a las autoridades "mucha pedagogía" como la realizada en los últimos años para otras cuestiones relacionadas con el tráfico.

En este sentido, el estudio pone de manifiesto que, a pesar de que el alcohol causa entre el 30 y el 50% de los fallecidos en accidentes de tráfico, aún persisten faltas creencias en torno a la relación entre este tipo de bebidas y la seguridad vial.

Por otro lado, el 83,4% de los jóvenes se muestra a favor de implantar la tasa de alcoholemia cero para conductores noveles, un porcentaje superior (86,8%) entre los de 26 y 34 años, mientras que un 24,8% de los que tienen entre 21 y 25 años está en contra.

Otras medidas preventivas son promover el consumo de refrescos cuando se tiene que conducir (92%), no consumir bebidas alcohólicas (80,2%), buscar un conductor alternativo que no beba (59,4%) y utilizar el transporte público (33,9%).