Para la CNJA la culpa de esta situación la tienen los intermediarios, ya que el consumidor sigue comprando la patata al mismo precio: entre 50 y 70 pesetas/kilo, lo que para la CNJA es un "brutal desequilibrio". Hay "peligro de no arrancar el tubérculo por ser superiores los costes de recolección al valor del producto" manifestó el Centro Nacional de Jóvnes Agricultores.

Por su parte ASAJA cree necesario analizar las importaciones de patatas para comprobar sus incremementos, y en su caso tomar "medidas que impidan la entrada de más patatas del exterior". Para la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores resulta "poco creible" que en las circunstancias actuales de precios sean viables las importaciones "salvo que vengan primadas de alguna forma".

Asimismo, la asociación agraria señaló que los precios actuales son entre cuatro y cinco veces inferiors a los del año pasado. Por todo esto, ASAJA exige a la administración española la convocatoria urgente de una Mesa de la Patata.