Así se desprende de la autopsia practicada esta tarde en el Instituto Anatómico Forense de Valladolid. La joven, cuya identidad aún se desconoce, tenía además dos pinchazos en el pie izquierdo, lo cual, según la valoración de los forenses, significa que se le intentó reanimar.

La insuficiencia cardio-respiratoria puede producirse según señalaron fuentes de la investigación, por inmersión o por la realización del acto sexual.

En cuanto a la identificaión del cádaver, los últimos datos aportados por el delegado del Gobierno en Castilla y León, Arsenio López, en rueda de prensa, señalan que la edad de la joven puede situarse entre los 20 y los 25 años, aunque desde el Instituto Anatómico Forense se cree que el cadáver corresponde a una mujer más mayor, entre 28 y 32 años de edad.

En un principio se barajó la hipótesis de la pertenecia de la joven a los sectores marginales de la sociedad, puesto que no existe actualmente ninguna denuncia de desaparicón en los alrededores de la provincia vallisoletana.

Sin embargo, aunque desde la delegación del Gobierno en Castilla y León se mantiene mutismo absoluto al respecto, sí se ha descartado esta posibilidad tras los análisis necro-dactilares.