Jové denunció que el Banco de España reclama "un liberalismo de los más ricos, para lo que se aplauden medidas desfiscalizadoras, y se obvia el mayor peso que cada vez tienen los impuestos indirectos".

El dirigente de IU dijo respetar la figura de Rojo, pero advirtió que no tiene "ninguna fe en sus planteamientos olíticos" porque, en su opinión, le arrastran a buscar "objetivos y prioridades diferentes al empleo".

A su juicio, el Banco de España sitúa su autonomía al margen de la realidad y del problema del paro, y se une al coro de otros poderes económicos que buscan "reducir el papel de la sociedad civil y de sus conquistas más valiosas, como el Estado del Bienestar, sustituyéndolo por las prerrogativas dictadas por el mercado".