En una entrevista concedida a Servimedia asegura que "sabía que la audiencia de la radio iba a subir porque es un buen refugio en tiempo de crisis".

"Esperaba mejorar porque el anterior EGM no fue bueno para mi, ni para la radio. Yo estaba seguro de que la audiencia de la radio iba a subir, porque la radio es un buen lugar en el que refugiarse cuando hay problemas y necesitas información inmediata. También, porque el final de Liga tan apasionante que estamos viviendo despierta interés en la audiencia y yo estaba haciendo un esfuerzo por mejorar. Todo ello hacía sentirme optimista".

Es consciente de que ser el número uno durante tantos años no es una tarea fácil y asegura que el éxito no tiene fórmula exacta. "Hay que buscarlo, por supuesto con trabajo, pero éso creo que ya se da por supuesto. Hay que buscarlo en buena compañía, con talento y con un equipo que sea tan bueno o mejor que tú. No te rodees de mediocres, porque te harás mediocre. Y después luchar, luchar mucho y aguantar todo... Quizás una de las claves esté en aguantar un minuto más que los demás".

Dice que hacer televisión no le tienta, "no sé si sabría hacerlo tan bien como algunos de mis compañeros" y no piensa aún en el retiro porque "no sé si soportaría la tranquilidad, por mucho que la desee, quizás porque nunca la tuve".

COMPETENCIA RADIOFONICA

Afirma De la Morena que vive al día, que "la situación no está para que nadie haga ofertas supermillonarias" y que su futuro está en manos de la Ser, cuando acabe su contrato, "es la Ser la que tiene que decidir que quiere de mi".

La competencia radiofónica es algo que no le preocupa. "No me afecta. Como no puedo oírlos no me preocupan. Pienso en mi gente, en los oyentes que me están esperando, y a ellos es a quienes me entrego. Tengo obsesión por no defraudarles. Eso sí me afecta. Sus críticas, sus cartas, sus llamadas... Eso sí me preocupa, porque sé que dependo de ellos. Me identifico mucho con el oyente porque he estado más años como oyente que como periodista".

Sobre si se lleva bien con sus colegas, responde diplomáticamente. "Me llevo... algunos son mis mejores amigos".

A pesar de llevar 20 años en antena aún siente vértigo cuando suena la sintonía de su programa."El trayecto de la redacción al estudio es un momento muy personal en el que te entran muchas dudas que tienes que superar y eso se consigue con los años, pero el vértigo nunca desaparece".

Obviamente le hace ilusión poder contar que la selección de fútbol de España es la nueva campeona del mundo y sostiene que ese más de millón y medio de oyentes, entre los que hay muchos del Madrid, del Bar‡a, a pesar de que él es un atlético confeso, se debe a que "hacemos buena radio. Lo creo así. Aparte de que yo soy honesto con ellos. Les confieso que la objetividad absoluta no existe. Existe la aproximación a la objetividad, las ganas de ser objetivo y la mejor manera es confesarles de salida tus debilidades para que ellos te las deduzcan en credibilidad".

"No soy anti nada. No lo fui nunca. La profesión te hace tener amigos o gente que admiras y quieres en otros clubs, entidades, y todo lo relativizas más. Además, una cosa es que te escuchen y otra que estén de acuerdo contigo, que no tiene por qué. Sus opiniones son tan válidas como las mías. Yo me conformo con que me crean, porque mentirles no les mentiría nunca... pero mis opiniones las deben poner siempre al trasluz de las suyas, sin confundir lo que es opinión de lo que es noticia", añade De la Morena.

MUJERES EN "EL SANEDRÍN"

La presencia de una mujer en su famoso "sanedrín" nocturno llegará "cuando encuentre una mejor que alguno de los que tengo. Entonces, intentaré convencerla para que esté conmigo".

No se atreve a afirmar con rotundidad que el éxito no le ha cambiado. "Todos decimos que no, pero eso sólo lo saben los que te conocen de antes y ahora pueden comparar. ¡Uf...! No sé si me habrá cambiado a mí. Vivo en el mismo pueblo de siempre... conservo los mismos amigos, las mismas manías, sigo siendo igual de paleto... Mucho no debo haber cambiado, pero sí, la vanidad es mala consejera. Espero no dejarme influir por ella. Tampoco tengo mucho de lo que presumir, salvo de mi familia y mis amigos".

Efectivamente, De la Morena siempre que puede presume de su familia, de sus tres hijos. Las dos mayores no han manifestado ningún deseo de seguir sus pasos, "no parece que apunten maneras... ¡A ver si Javier, que tiene 11 años, hace algún gesto...!", concluye el líder de la radio deportiva.