El jurado del premio estuvo presidido por el director general del INAEM, Juan Francisco Marco, y compuesto por Angel Fernández Montesinos, José Sanchis Sinisterra, Pedro Altares, Luciano García Lorenzo, Domingo Miras y María Teresa López Peno.

"Me ha emocionado el galardón doblemente: primero porque yo creía que era un texto inacabado,segundo porque a los miembros del jurado los conozco y admiro profundamente; así que si ellos consideran que la obra era merecedora del premio no tengo nada que objetar a ese magisterio", aseguró el autor a Servimedia a los pocos minutos de conocer el fallo.

El "Calderón de la Barca" está dotado con 1.500.000 pesetas, además de la edición de la obra premiada y una subvención a la producción para su puesta en escena.

El texto premiado surgió en el seno de un curso-taller de una año y medio de surción, dirigido por el chileno Marco Antonio de la Parra, que se desarrolló en la Casa de América, con el patrocinio del Centro de Nuevas Tendencias Escénicas.

Del contraste con otros autores jóvenes arrancó la historia, inspirada en el argumento de "El Rey Lear", que narra las últimas horas de la vida de un acaudalado empresario, dispuesto a vengarse de todos haciendo que su imperio desaparezca con él.

Según Fernández Domínguez, la técnica dramática empleada en "Quemar la memoria" enlaza mucho cn las empleadas por la nueva hornada de autores jóvenes, con escenografía muy elemental y planteamientos estéticos y lingüísticos innovadores.