El presidente aragonés manifestó que la contratación de estos rastreos vino motivada por la sospecha de que en la sede de la Diputación General de Aragón podían haber sido colocados micrófonos y que las líneas telefónicas podrían haber sido intervenidas.

Las declaraciones de Marco vienen a sumrse al crispado ambiente que en estos días vive la clase política aragonesa, después de que el alcalde Antonio González Triviño acusase al diputado, también socialista, Fernando Gimeno de financiar, con fondos públicos, una operación de espionaje de la que habrían sido principales objetivos el propio alcalde y otros compañeros de partido, así como el presidente del Partido Aragonés, José María Mur.

Aunque el presidente de la Diputación General de Aragón manifestó haber solicitado la colaboración de Dimond Investigación, negó rotundamente que el supuesto espionaje denunciado por González Triviño hubiese sido auspiciado u organizado por el PSOE, en el que ambos militan. A este respecto, Marco manifestó que "voy a demostrar hasta qué punto no es así y cómo no ha habido inducción alguna desde el PSOE".

El presidente aragonés no negó, sin embargo, que "haya podido haber algún compañero que individualmente haya podido llegar más lejos de lo debido".