En una entrevista concedida a Serimedia, Temes comentó las negociaciones que el Ministerio de Sanidad mantiene con el Consejo General de Farmacéuticos, que hasta el momento ha aceptado realizar un descuento del 2 por ciento en la facturación de farmacia de la Seguridad Social (unos 12.000 millones de pesetas), a cambio de no tocar los márgenes.

"Lo sustancial no es disminuir la factura farmacéutica", explicó, "sino racionalizar el uso del medicamento y, por tanto, del mercado. A mí, como comprador de servicios me interesa mucho el decuento, pero entiendo que a la autoridad sanitaria (el Ministerio de Sanidad) le interesa mucho más regularizar los márgenes de beneficio".

El efecto de la modificación por tramos defendida desde la Administración podría no incidir en el margen del 29,9 por ciento durante el primer año, incluso, "si la modificación de los márgenes supusiera un punto o dos de disminución en los beneficios de los farmacéuticos, tal vez no habría descuento".

El Insalud cuenta este año con un presupuesto de 1,2 billoes de pesetas, "lo que nos obligará a tener mucho rigor a la hora de gestionar los recursos". Los dos capítulos que deberán ajustarse a lo presupuestado serán los de inversiones (con 32.000 millones de pesetas) y el de farmacia a través de receta.

CONTROL DE LA PRESCRIPCION

El médico es el protagonista del gasto farmacético. La Dirección General del Insalud envió hace unos meses una circular que introduce un control "en el buen sentido de la palabra" de la prescripción, que permitirá conocer el perfl terapéutico de la prescripción de sus médicos.

"Cada médico tendrá un número determinado de recetas de activos y pensionistas, calculado mediante una fórmula que tiene en cuenta su actividad conocida. Cuando talonario se acabe mantendrá una conversación con su director médico y tendrá más recetas".

José Luis Temes señaló que "en ningún caso hemos coartado la libertad de prescripción del médico, pero creo que la Administración tiene que pagar una prestación farmacéutica y está en su pleno derech de controlar la utililzación de esos recursos".

Según datos manejados por la dirección general, los médicos del Insalud recetan una media de 16.000 medicamentos al año por un importe de 21 millones de pesetas, aunque han detectado casos de facultativos que superan las 90.000 recetas al año con facturas superiores a los 100 millones de pesetas.

Por grupos terapéuticos, han encontrado que del subgrupo de vasodilatadores periféricos se consumieron en León 40 envases por cada 1.000 habitantes, y úniamente 17 en Madrid; o que en antibióticos como las cefalosporinas en Soria se recetaron 25 envases por cada 1.000 habitantes y únicamente 7 en Asturias.

USO HOSPITALARIO

En estos momentos, el Insalud está estudiando la incorporación de algunos antibióticos de mucha potencia a la categoría de medicamento de uso exclusivo hospitalario, que son aquellos que por sus especiales características necesitan un seguimiento de los pacientes.

"No podemos caer en el peligro sanitario de crear resistencias.Es decir, que cuando necesitemos utilizar ese tipo concreto de antibiótico en una infección importante no va a servir de nada porque estamos matando hormigas a cañonazos. Por lo tanto, debemos ordenar el tema, no por un criterio de ahorro, sino de racionalidad sanitaria".

CONCIERTOS Y LISTAS DE ESPERA

Sólo el 6 por ciento de los servicios sanitarios que concierta el Insalud se realiza con el sector privado. Temes afirmó que al Insalud le interesaría poder ampliar sus conciertos, aunque reconoció en uchas ocasiones es imposible porque en España el sector privado de la sanidad está poco desarrollado.

"Hay clínicas privadas de un alto nivel comparable con el sector público, que tienen el nivel tecnológico y profesional necesarios para atender situaciones excepcionales, aunque se pueden contar con los dedos de la mano", dijo.

El Insalud espera realizar este año unos 30.000 procesos quirúrgicos más que en 1993 contando con sus propios medios y con los ajenos; y conseguir, según Temes, que ningun persona esté en lista de espera más de seis meses.

Temes lamenta que un problema puramente técnico como las listas de espera se convierta en tema político "porque hay demasiada crispación en el sistema". "Las listas de espera son una válvula de seguridad del sistema, porque nadie que tenga una grave enfermedad que no pueda esperar deja de ser atendido, independientemente de lo que cueste", dijo.

En cuanto a la implantación del nuevo modelo de Atención Primaria, el director general del Insalud asguró que en estos momentos el 73 por ciento de la población está cubierta por centros de salud y esperan cubrir el total del territorio en 1996.

Según las previsiones del Insalud, a lo largo de este año concluirán las obras de 61 de los 76 centros de salud que en estos momentos están en construcción.