Carbonell, que participó hoy en la presentación del "Estudio sobre la inmigración y el sistema educativo español", comparó la política catalana de educación con la de "segregación" de Silvio Berlusconi en Italia.

"El crear un contenedor social donde mantener al inmigrante durante un tiempo indeterminado, como se ha creado en Vic (Barcelona), es una inmoralidad, que no deberíamos consentir", sentenció.

Tras asegurar que "además de una inmoralidad, esas aulas, pedagógicamente, son una barbaridad y no tienen sentido", Carbonell explicó que, si a un niño se le quiere enseñar determinada lengua, "lo primero que hay que hacer es integrarlo con los demás niños y no aislarlo en un espacio".

Por su parte, el catedrático de antropología de la Universidad Autónoma de Madrid Carlos Giménez afirmó que "la educación intercultural que se plantea actualmente es no separar lo que hay que unir".

En este sentido, Giménez apostó por aulas de enlaces para algunos alumnos inmigrantes y por un tiempo limitado, y que, además, no sólo sea para inmersión lingüística, sino también para preparación de inserción en el sistema educativo.