El dirigente independentista, condenado en el juicio del ‘procés’, hizo esta reclamación con el objetivo de que el dirigente popular se retractara de haber dicho que "instigó a la violencia" en el caso del niño que reclamaba recibir parte de sus clases en español en un escuela de Canet de Mar (Barcelona).

A su salida de las dependencia judiciales, Sánchez afeó a Casado el “acto de cobardía” de no hacer acto de presencia y anunció que presentará una querella en el Tribunal Supremo contra Pablo Casado, dada su condición de aforado.

“Voy a interponer una querella contra Pablo Casado por haber mentido conscientemente de que estaba mintiendo y alimentando una vez más una actitud del PP, de la derecha, de la derecha extrema y de la extrema derecha que ataca todo lo que hace referencia a Cataluña”, aseguró a los medios de comunicación.

A su juicio, “ha llegado el momento de decir ¡basta!, de no aceptar más mentiras, de exigir que cuando un político con responsabilidades como Casado vierte mentiras para tensionar una sociedad y gestionar una polémica alrededor de una situación lingüística como la que se vive en Cataluña, los tribunales tienen que actuar y frenar de una manera radical esa actitud”.

Además, admitió que en Junts viven “con preocupación” lo que perciben como “un trabajo paralelo entre algunos políticos y algunos miembros del Poder Judicial, que trabajan para limitar el uso de la lengua catalana en el ámbito educativo” y aseveró que cuando Casado habla de supuestas discriminaciones contra niños en escuelas catalanas “miente” y mintió cuando se refirió a mi persona y cuando habló de Junts”.

El dirigente independentista reclamaba en este acto de conciliación a Casado que se retractase de sus afirmaciones y le indemnizase con 24.000 euros que pensaba donar a entidades que promuevan la lengua catalana. Al no haberse presentado, Sànchez presentará una querella por calumnias ante el Supremo.

Los hechos se produjeron en un acto del PP en Galicia, en el que Casado criticó al Gobierno de Pedro Sánchez por no proteger al menor de Canet que está siendo acosado por querer estudiar en castellano el 25% de las asignaturas escolares.

Casado criticó que "ante un caso escandaloso, como el señalamiento de un niño de cinco años en Canet, en Cataluña, mañana vaya a haber una manifestación con todos los nacionalistas que son los socios de Sánchez y que el Gobierno no diga nada. ¿Se puede tolerar de verdad que a un niño de cinco años se le pueda apedrear, aislar en clase?".

Sánchez, en nombre de Junts per Catalunya, interpuso una querella por delitos de odio contra Casado, que le contestó en Twitter: “Un señor que ha sido condenado a 9 años de cárcel, que ha destrozado un coche de la Guardia Civil y se ha subido con un megáfono a instigar a la violencia contra las administraciones del Estado no me va a dar lecciones de legalidad ni de democracia»”.

Y remachó en esta red social: “El mundo al revés: un delincuente condenado a 9 años de prisión por dar un golpe al Estado y destrozar patrullas policiales denuncia a quien exige cumplir la ley y la convivencia. No nos callarán ni los que alientan el odio a España y atacan a niños, ni sus cómplices de Moncloa”.

Sànchez sostiene que las manifestaciones de Pablo Casado constituyen un delito de calumnias propagadas con publicidad ya que "era plenamente consciente de la manifiesta falsedad de las imputaciones criminales que estaba formulando".