Las instalaciones de este organismo están ubicadas en el número 1 de la calle Serrano, junto a la Plaza de la Independencia, e incluyen una librería con cerca de 3.000 volúmenes, una sala de exposiciones, un salón de actos y un centro de información.

En el acto inaugural participaron juto a Pujol, el delegado del Gobierno catalán en Madrid, Josep Gomis y Martí, el escritor Pere Gimferrer, el director de la Real Academia de la Lengua (RALE), Fernando Lázaro Carreter y el alcalde de Madrid, José María Alvarez del Manzano.

Blanquerna, que toma su nombre de una novela del escritor renacentista catalán Raimundo Lulio, simboliza la convivencia y el diálogo entre culturas, que es el espíritu que la Generalitat quiere imprimir a este centro, tal como explicó Pujol.

Gimferrer repasó en u intervención los numerosos casos de interrelación que se han producido en la historia entre escritores catalanes y no catalanes, desde el propio Lulio y Ausías March ("valenciano y catalán de nación") hasta Marcelino Menéndez Pidal, Dámaso Alonso, Unamuno, Vicente Aleixandre y Lázaro Carreter.

Fue precisamente el director de la Real Academia de la Lengua quien afirmó que "este centro debe interpretarse como un gran gesto de cordialidad, porque desde el mismo corazón de Madrid, junto a la Puerta de Acalá, va a transformar la relación entre las culturas catalana y castellana en una fraternidad".

Pujol solicitó de los "españoles no catalanes" su colaboración para contribuir a la difusión de esta cultura "porque nosotros solos no somos capaces; lo hemos intentado sin éxito, básicamente porque nos falta credibilidad".