Así lo afirmaron también la periodista Olga Rodríguez y el cámara de televisión Jesús Quiñonero, quienes pidieron al juez que continúe con la investigación que está llevando a cabo para para determinar la responsabilidad del ejército de los Estados Unidos en la muerte de Couso.

Sistiaga, Rodríguez y Quiñonero se encontraban en el Hotel Palestina de Bagdad el 17 de octubre de 2003 cuando fue atacado por el Ejército norteamericano y fueron testigos de la muerte de Couso.

Todos ellos afirmaron que los magistrados de la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, en un auto del pasado 13 de mayo, "retorcieron" y "tergiversaron" sus declaraciones previas ante el juez para revocar la decisión de Pedraz de imputar al sargento del Ejército de los Estados Unidos Thomas Gibson y a sus superiores, el teniente coronel Philip de Camp y el capitán Philip Wolford, por el asesinato de Couso.

En el citado auto, los magistrados de la Sala de lo Penal se basaban en las declaraciones de los testigos, en las que dijeron que en el hotel también había ciudadanos iraquíes, para señalar que era posible que los militares estadounidenses confundieran a uno de estos individuos con enemigos y decieran disparar contra ellos.

En su comparecencia de hoy, que duró algo más de una hora, los periodistas y el cámara de televisión han querido dejar claro que en ningún momento dijeron que en el Hotel Palestina podía haber insurgentes o miembros del éjercito de Iraq, y explicaron que los únicos iraquíes que había en el edificio eran funcionarios y personal del establecimiento y que ninguno de ellos iba armado ni "suponía un peligro".

En este sentido, Sistiaga se mostró convencido de que el ejército norteamericano disparó "deliberadamente" contra el Hotel Palestina después de haber atacado ese mismo día las sedes en Bagdad de las televisiones Al-Yazira y Abu Dhabi, doscadenas "que habían sido muy beligerantes" con la guerra de Iraq.

Para el reportero, todos estos ataques formaban parte de una estrategia premeditada ya que tras el asesinato de Couso ningún periodista "se atrevió a salir a la calle" y en las seis horas siguientes "el ejército de Estados Unidos tomó Bagdad y no hay una sola imagen de ello".

Por último, Sistiaga dijo que cuando un profesional viaja a una zona de guerra "sabe a lo que se arriesga" pero explicó que "cuando todos los periodistas se sitúan en el Hotel Palestina y ni siquiera se ponen el chaleco antibalas es porque piensan que no hay ningún riesgo y menos aún desde la parte de Estados Unidos".

"Queremos saber por qué Estados Unidos dio la orden de disparar a un hotel donde sólo había periodistas y queremos saber si esto se va a volver a repetir en el futuro en otros conflictos", apostilló el periodista.

Por su parte, Quiñonero aseguró que "era imposible" que el ejercito de estadounidos confundieran a los cámaras que estaban en el Hotel Palestina con enemigos. El cámara, que dijo haber estado dentro de un tanque estadounidense realizando un reportaje, explicó que, con los instrumentos que tienen esos vehículos, es posible "ver perfectamente la cara de una persona a más de dos kilómetros".

En su comparecencia, la periodista Rodríguez agradeció al juez Pedraz la oportunidad que les ha dado para clarificar sus palabras y denunciar que sus declaraciones fueron sacadas de contexto por los magistrados de la Sala de lo Penal que revocaron la imputación de los tres militares estadounidenses.

Por último, Rodríguez aseguró que es "muy importante para el periodismo y para la sociedad en general" que la investigación sobre la muerte de Couso no se cierre en falso y se llegue a dirimir las responsabilidades de la autoridades estadounidenses.