Esel quinto verano y el segundo como primer ministro que Major pasa en este pueblo. Este año le acompañan, además de su mujer y la escolta, sus dos hijos.

La finca en la que Major se encuentra descansando es propiedad de la familia Garrigues Walker -cuya amistad con el primer ministro británico se remonta a hace años- y está situada a dos kilómetros del centro del pueblo.

Major fue recibido a su llegada por los dueños de la casa y por Marcelina, la guardesa, que reunió a toda su familia para la ocaión.

Cada nieto de Marcelina regaló al primer ministro inglés un ramo de flores, que previamente habían cortado ellos mismos del jardín de la casa.

Miembros de la escolta declararon a Servimedia que no hay ningún programa de actividades oficiales. "Major ha venido a España a descansar, a tomar el sol y a bañarse, y de hecho es lo que está haciendo ahora mismo", añadieron.

ABANDONA LA DIETA INGLESA

"Major, durante su estancia en Candeleda, abandona la dieta inglesa y come platos típicos delpaís y de la provincia, que yo le preparo", explicó a esta agencia la guardesa de la finca, Marcelina, que atiende y prepara las comidas de Major y de su séquito.

Los secretarios y la escolta de la familia Major, formada por agentes de Scotland Yard y miembros de las fuerzas de seguridad españolas, se alojan en el Hostal Pedros de Candeleda.

La dueña del hostal, María del Carmen Hernández, declaró a Servimedia que "no esperaba que Major repitiese este año la estancia, porque las reservas las hiciron a finales de julio".

"Para mí tiene mucho más valor la visita de este año, porque el año pasado era sucesor de Margaret Thatcher y este año ya está elegido", dijo la dueña de Pedros.

María del Carmen Hernández añadió que las personas que forman la escolta "son muy amables y tranquilas y nunca han dado ningún problema. Durante el día cumplen con su trabajo en la finca y únicamente pasan por el hostal para dormir y desayunar".

"Estoy muy orgullosa de que la única visita que Major ha realizdo al pueblo como primer ministro haya sido a mi casa", manifestó.

El año pasado, continuó, John Major entró en el hostal para ver cómo estaban las habitaciones de su séquito. "Es una persona muy sencila y amable. Nos saludó con un beso a mi hija y a mí", añadió.

Su marido, Pedro, dijo que el primer ministro inglés es "muy afable. Cuando se fue hizo un gesto con la mano indicando que todo estaba perfectamente".

Pedro considera un privilegio poder contemplar el gran cariño que siente por la gnte y por el pueblo. "Para mí, no como propietario del negocio, es muy importante que estemos presentes en todos los medios de comunicación", manifestó.

Sin embargo, el dueño del hostal comentó que no todo el pueblo está satisfecho con la visita de Major. "A la gente mayor o más inculta no le gusta demasiado. Pero yo creo que todo lo que sea avanzar en el turismo es muy importante; es como si nos hubiera tocado la lotería".