Jiménez Aguilar aseguró que "sería irresponsable por nuestra parte plantear el despido gratuito, no sería posible, y desd luego nosotros no lo deseamos, que no haya duda".

El dirigente patronal señaló que la reforma laboral debería encaminarse a dar más estabilidad en los contratos a cambio de una mayor facilidad para reducir plantillas en tiempos de dificultades para las empresas.

"Nuestro gran drama es que el 40 por ciento de los parados son jóvenes que no han encontrado su primer puesto de trabajo y que la inserción profesional les cuesta un trabajo enorme", indicó.

A su juicio, lo que hace falta es "no tana flexibilidad en la contratación y más flexibilidad o menos rigidez en lo que puede ser la extinción de la relación laboral".

Jiménez Aguilar señaló que en España hace falta que el PIB crezca por encima del 2,5 por ciento para que se cree empleo neto, mientras que "en Estados Unidos se empieza a crear empleo a partir de un crecimiento de medio punto; algo falla".

LA INVERSION

El secretario general de la CEOE aseguró que el empresario no invertirá hasta que piense que va a ganar y que el que haa lo contrario "será un mal empresario, porque los puestos de trabajo iban a vivir muy poco". A su juicio, "es muy buen empresario aquel que se mete en un negocio sabiendo que va a ganar".

Adujo que no sólo para la CEOE sino también para los grandes inversores extranjeros las limitaciones mantenidas por el Gobierno en la autorización de los expedientes de regulación de empleo "han sido una mala noticia" y advirtió que esas grandes compañías "miran con lupa" la normativa laboral antes de gastarse su diero.

Jiménez Aguilar aseguró que los sindicatos españoles "son conflictivos" en sus relaciones con los empresarios y demasiado proclives a convocar huelgas, y afirmó que en España "existe una falta de solidaridad entre el que tiene empleo y el que no lo tiene".

Defendió el contrato de aprendizaje como vía de incorporar a los jóvenes al empleo, así como la potenciación de la formación profesional de reciclaje, para impedir que acaben en el paro los mayores de 40.

A su juicio, ambas cosas no sn excluyentes porque "el empresario va a valorar mucho la experiencia de un trabajador con 40 o 42 años, su responsabilidad, sus ganas de hacer las cosas bien, siempre y cuando que añada un poquito de formación para el puesto de trabajo que se le exija".

Jiménez Aguilar dijo que el gran apoyo logrado por la reforma laboral en el Parlamento muestra que la sociedad está mayoritariamente a favor de la misma. "Nosotros, en función de nuestros intereses, tenemos que entendernos con el Gobierno de turno y n intentar representar más de lo que representamos".