En declaraciones a Radio Nacional, Gil reprochó a los autores del registro estar "al servicio de intereses políticos bastardos" y dijo en que la operación llevada a cabo ayer fue una "chapuza".

Explicó que en los años 1990 y 1991 se puso en las camisetas del Atlético de Madrid el nombre de Marbella, de manera gratuita, con objeto de publicitar "una ciudad que estaba abandonada a su suerte", al tiempo que negó tajantemente las acusaciones que pesan sobre él.

"La seman pasada", añadió el regidor de Marbella, "se vuelve a montar una operación especial con un juez especial, que es el del 'caso Estevill', que por desgracia cae en marbella, don Santiago Torres, (...) que es el mismo, que vieron que era idóneo, que había parado un edificio en contra de lo resuelto por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía".