En una entrevista publicada en la revista cristiana "21RS", Martín Patino critica la "desmesura" de los argumentos esgrimidos por alguna organización católica contra la citada asignatura "que ha intentado hacer política partidista con esta ocasión".

"Aún en el caso, para mí improbable, de que el poder legislativo hubiera traspasado los límites de su competencia, creo que hubiera sido más evangélico exponer claramente las razones y no sumarse a la campaña partidista de desprestigio del Gobierno", añade.

En este sentido, el jesuita aclara que "el carácter propio de cada centro de educación y el ideario que puede concertar con las autoridades docentes basta para impedir cualquier exceso educativo en contra de la voluntad de los padres".

A su juicio, "la mayoría de la población española está ya harta del griterío que se ha adueñado de la vida política. Ahora se dialoga mucho más en muchas de las organizaciones sociales, por ejemplo en las de tipo económico y de análisis social".

"En cambio", destaca, "da la impresión de que en el Parlamento y en la estrategia interna de los partidos políticos se busca expresamente la polémica, en vez del debate serio".

Ante esta situación, el presidente de la Fundación Encuentro vaticina un divorcio radical de política y sociedad: "es de esperar que, si los líderes políticos persisten en este sonsonete tedioso y maleducado, muchos cortemos la comunicación y nos alejemos de las peleas que se traen entre ellos".

En este sentido, Martín Patino dice tener la impresión "de que los medios de comunicación de momento no favorecen el diálogo. No es fácil dar con un debate o tertulia en la tele o en la radio en la que los participantes no se arrebaten unos a otro la palabra y descalifiquen a personas del partido opuesto, sin molestarse en presentar la más mínima prueba de descalificaciones".

"Creo sinceramente que esta estrategia de lucha por el poder, más que ayudar a la democracia, corrompe a los que la practican", recalca.

En el caso concreto de la Cadena Cope, Patino concluye: "No creo que haya algún eclesiástico que disfrute oyendo a esa emisora. El Embajador de España ante la Santa Sede acaba de mostrar su extrañeza, como yo lo hago ahora. Pero, no se lo diga a sus dirigentes, porque a lo mejor redoblan nuestro sufrimiento".