Los otros cuatro policías presentes en el caso (Jose Luis Salcedo Arín, Ernesto Polo Castillo, Antonio Martín Granizo y Antonio Pérez Castro) fueron absueltos de los delitos que seles imputaban.

El Tribunal de la sección segunda de la Audiencia Provincial de San Sebastián señaló que tras la procesión de la Salve del 14 agosto de 1989 se iniciaron varios inicidentes, habituales en ese día, que dieron lugar a un despliegue preventivo de policía que diosolvió a los congregados con material antidisturbio, lo cual provocó una desbandada de las personas presentes.

Los cinco agentes encargados de terminar con la concentración en el lugar de los hechos se colocaron en dirección a a calle Garibay y, al menos uno de ellos efectuó un disparo con munición de postas y pelotas de goma hacia la gente que huía, por esa zona, del casco viejo donostiarra.

Los proyectiles alcanzaron a Jose Juan Ibaseta Gómez, Jesús María González Ezama, Pablo Uranga Zubizarrain y Ángel Maria Oliveira Lasalle.

Al primero de los heridos se le extirpó un riñón y los otros sufrieron heridas en los tobillos y clavículas, por lo que el inspector jefe Peris Perpén deberá indemnizarles con más de 12 millone de pesetas.

En su día el fiscal jede de la Audiencia Provincial de San Sebastián, Luis Navajas, solicitó para el jefe de la dotación una pena condenatoria de un año de prisión por un delito de imprudencia temeraria y el pago de una indemnización cercana a los siete millones de pesetas; mmientras que las acusaciones particulares y populares pidieron ocho años de inhabilitacióm para cada policía y para Peris Perpén 24 años de prisión.

Uno de los magistrados de este juicio, Luis Blanquez Pérez, emiió un voto particular basado en 18 fundamentos de derecho en los que personalmente absuelve a los cinco policías inculpados.