Según explicó él mismo en una rueda de prensa celebrada hoy en Madrid, en estos recitales pretende crear un ambiente distinto en cada ciudad donde actúe, para lo cual introducirá elementos locales en la base de concierto. Estos elementos pueden variar desde una orquesta de cámara hasta un coro o un grupo flamenco.

La elección de los auditorios, siempre al aire libre, ha sido concienzuda, ya que Jarre combina en sus actuaciones la música con los efectos visuales y pirotécnicos, en un intento de crear "paisajes sonoros", que permitan al espectador sentir una emoción que va más allá de la audición.

Para el concierto que se celebrará en Sevilla, el próximo día 2 de octubre, se ha elegido el lago del recint de La Cartuja, que permitirá hacer proyecciones sobre el agua, como durante la Expo. En Barcelona será el Estadio Olímpico y en Madrid la actuación será en el Hipódromo de la Zarzuela y consistirá en un evento que durará todo el día.

La gira comienza el próximo 28 de julio en Francia, en la isla de Mont Sant Michel, para continuar en el palacio de Versalles, el Wembley Stadium de Londres, el Atomium de Bruselas y otros escenarios de Suiza e Italia, hasta concluir al final del otoño.

En los concirtos se utiliza un escenario que reproduce con módulos y pantallas la fisonomía de una ciudad. Cuarenta proyectores de rayos laser producen hasta 800 haces de luz que crean un halo de luz de cinco kilómetros de alcance.

Esta es la primera gran gira realizada por Jarre, que multiplicará por cinco, en tres meses, el número de ciudades donde ha actuado en los últimos diez años. El presupuesto global de la serie de conciertos es de 250 millones de pesetas.

El autor de discos como "Oxygene", "Equinoxe, "Magnetic Fields", "Rendez-Vous" o "Waiting for Cousteau" ocupará la mayor parte de los conciertos con el tema de su nuevo álbum: "Chronologie", que fue presentado el pasado día 24 de mayo.

Según palabras del propio Jarre, se trata de un viaje a través del tiempo, como su título indica, en el que ha explorado nuevas texturas sonoras, entre las que destacan las influencias de la música "Rave", un movimiento que nació hace cinco años en Gran Bretaña, Francia y Bélgica.