"Tengo dos preocupaciones", indicó, "una de carácter personal, que Fernández Ordóñez, compañero y magnífico amigo mío, se reponga, y otra de carácter político, que el final de curso acabe de la mejor manera posible; que el año próximo, que ponemos en marcha la LOGSE, empiece bien, y los Juegos Olímpicos".

La cautela de Solana sobre su posible nombramiento como ministro de Asuntos Exteriores fue epecialmente gráfica cuando se le preguntó si se veía en el Palacio de Santa Cruz y contestó: "Yo me miro poco".

El ministro viajó a mediodía a Ampurias (Gerona) para presenciar la llegada de la antorcha olímpica y mañana acudirá a Milán para asistir en directo al previsible triunfo de Miguel Induráin, por el que Solana apostó como ganador del Giro de Italia.