Bardem compareció esta mañana en rueda de prensa para responder a las preguntas de los periodistas sobre su candidatura al Oscar, de la que tuvo noticia en su casa, a través de l televisión y mientras se tomaba una cerveza. "La primera reacción fue de muchísima sorpresa porque me parece que me ha tocado la lotería", dijo.

Explicó que lo ha celebrado con su familia y sus amigos y destacó que si ha sido designado es porque antes ha tenido una carrera cinematográfica en España, país que en principio no se ve abandonando para trabajar en Hollywood. "No tengo necesidad" aseguró. "Si me voy es porque quiero irme".

Preguntado si está dispuesto a entrar en el cine comercial de Hllywood, el actor se limitó a señalar que cada vez que hace una película desea que vaya bien en taquilla, aunque se cuidó de precisar que dentro de esa forma de ver las cosas luego hay trabajos que le interesan más y otros que le interesan menos.

Bardem resaltó que optar al Oscar "va a ser algo bonito, pero no puede ser final de nada", si bien reconoció que "a lo mejor luego me pierdo en todo este ruido". En cualquier caso, confesó que se alegra especialmente por la película, que se estrena en España l 15 de marzo, cuya vida en taquilla hubiera sido mucho más corta si no fuera por la decisión de la Academia.

Añadió que interpretar a Reinaldo Arenas no fue algo difícil porque el personaje estaba muy claro en el guión y sólo tuvo que "quitarse de en medio" para ser únicamente el poeta cubano. "Sabía que estaba haciendo algo que merecía la pena ser contado. Esta es una película importante por lo que cuenta, por el tema", indicó.

El protagonista de "Carne trémula" volvió a la posibilidad de trabaar en Hollywod, cosa que insistió en descartar de momento porque los personajes que le han ofrecido hasta ahora no le seducen. En este sentido, se refirió a su relación con Steven Spielberg, a quien dedicó grandes elogios, aunque explicó que los personajes que le ha ofrecido para trabajar en su nueva película no le han interesado.

El actor indicó que el hecho de ser finalista al Oscar al mejor actor principal es algo que "te quita toda la energía" y consigue que "pases varios meses de tu vida pensandoen premios", aunque subrayó que no tiene esperanza de ganar la estatuilla y eso no le preocupa. "No hay que ganar nada. ya está más que ganado, si es que había que ganar algo", recalcó.

"Todo esto cambia la percepción que se tiene de ti, pero yo sigo siendo el mismo tío con los mismos límites, con los mismos fallos. No debo perder el norte, quiero saber que puedo perderlo. Uno no nace para esto ni tampoco lo desea. Lo importante es la película y quitar mi figura de en medio. Hay mucha gente que tiene uy claro dónde quiere llegar, pero yo no juego en esa liga", afirmó.

Bardem bromeó al señalar que ganar el Oscar "puede ayudar a que la gente sepa dónde está España", porque sobre la fama tiene un concepto no muy halagüeño. "No hay nada glamuroso en ser popular. No entiendo a la gente que se acuesta con otros por quince minutos de gloria. La fama es un coñazo", remachó.

En su opinión, se le da una importancia extrema al hecho de ser actor, pero éste debería "bajar" al nivel de cualquier persona qe realiza un servicio social, ya que su misión es simplemente entretener y en el momento que este trabajo se convierte en un deber, "llega la presión".

Sobre lo que supone Antonio Banderas, dijo que es "una falta de respeto" hacia el actor malagueño que se les compare a ambos, ya que no se trata de relevarle en Hollywood.