De los 544 delegados presentes en la clausura, un total de 470 votaron a favor de la candidatura presentada, lo que supone la reelección de la "troika" directiva actual, y 81 lo hicieron en blanco, mientras que 13 de los votos fueron declarados nulos.

En el discurso de clausura, Jáuregui reivindicó el socialismo como medio para avanzar en la política y la economía de Euskadi. A su juicio, los socialistas vascos deben "dirigir la nueva etapa del país", que estaría caracterizad por el fin de la violencia, la reconciliación política y social, la definición del orden político vasco y la modernización general de Euskadi.

Asimismo, apostó por romper las barreras que suponen la larga tradición nacionalista del País Vasco, con el fin de gobernar Euskadi desde un proyecto autonomista y de izquierda.

En su opinión, es necesario plantear un consenso basado en la aceptación del marco del autogobierno de Euskadi, la defensa de cualquier proyecto político mediante la palabra, el fn de la violencia y la reforma del Senado.

Jáuregui hizo un llamamiento a la paz y pidió a los miembros de la banda terrorista ETA que "dejen de matar. Que abandonen ya esa lucha. Que sepan que nunca nadie negociará nada bajo la presión del terrorismo".

Con esta aseveración, Jáuregui dejó claro que los debates internos en el PSOE vasco sobre la estrategia antiterrorista no debilitarán su lucha contra ETA.

Los socialistas sí expresaron su confianza en que, si los sectores radicales abertzalescontribuyen a lograr una eventual tregua de la banda terrorista, sea también posible romper el aislamiento en que ahora mantienen las fuerzas del Pacto de Ajuria Enea a Herri Batasuna.

Esta cuestión fue el centro de las discusiones del Congreso, en el que se expresaron las posiciones de quienes creen que debe mantenerse una línea dura sin fisuras frente al terrorismo y los que piensan que han de explotarse todas las posibilidades para facilitar el acercamiento de sectores radicales que más sincerament expresan su deseo de poner fin a la violencia, como el movimiento pacifista Elkarri, de tendencia abertzale.

Respecto a la política económica, abogó por un mayor diálogo social, mejor reparto del empleo, presupuestos favorables para los más desprotegidos y un incremento en el control y persecución del fraude fiscal.

Por su parte, los delegados eligieron a las tres personas que dirigirán la comisión ética encargada de estudiar los posibles casos de corrupción en el partido. La lista está compuest por José Ramón Recaldes, actual consejero de Justicia del Gobierno vasco, Tomás Tuero y Augusto Borderas.