Aunque inicialmente lo situó en el nivel 3 en la escala -que clasifica los accidentes nucleares de uno a siete en función desu gravedad, siendo el uno el nivel más bajo y el siete el más grave-, tras recibir más información de las autoridades japonesas, elevó el nivel de peligrosidad y riesgo.

El nivel cuatro tiene la categoría de accidente, y no de incidente como el uno, el dos y el tres, y se otorga a aquellos sucesos que provocan emisiones radiactivas al exterior, aunque sin riesgo para la población civil.

El accidente provocó escape de radiactividad al exterior, motivando niveles de radiación 4.000 veces superiore a los normales, y tres operarios resultaron heridos graves como consecuencia de las altas dosis recibidas.