Gallego declaró hoy a Servimedia que basa la afirmación en dos factores: en España no existe ninguna instalación dedicada al enriquecimiento del uranio y no se trabaja con elementos fisionables en estado líquido.

Estas dos variables, junto a un error humano y el incumplimiento de las medidas de seguridad, resultaron fundamentales en el grave accidente registrado en el complejo nuclear de Tokaimura.

Esta opinión es corroborada por José Manuel Conde, experto en ingeniería nuclear del Consejo de Seuridad Nuclear (CSN), quien añadió que, además, se trataba de un trabajo experimental.

Conde manifestó a Servimedia que pese a la gravedad del suceso, la cantidad de radiactividad emitida al exterior de la instalación no habría sido, previsiblemente, excesiva, ya que los operarios trabajaban con 16 kilos de uranio, cuando un elemento combustible de una central contiene 20 kilos y una central media opera con 157 elementos combustibles".

Sin embargo, los expertos reconocen que además del uranio se mitieron otros isótopos incluso más nocivos que se generan en el proceso de fisión, entre ellos algunos de cesio y plutonio, de larga vida y mucho más peligrosos.

No obstante, Conde se mostró convencido de que el nivel de radiactividad no será lo suficientemente alto como para que afecte en los próximos días y semanas a otros países.

ECOLOGISTAS

Estas opiniones contrastan con las de las organizaciones ecologistas, que expresaron su preocupación ante el accidente de Tokaimura y advirtieron que dmuestra la falta de seguridad que predomina en las instalaciones nucleares.

Ladislao Martínez, portavoz de Ecologistas en Acción, manifestó a esta agencia que el accidente de Japón constituye "uno más de los sucesos nucleares que los expertos habrían considerado imposibles hace sólo dos días".

Martínez dijo que la reacción nuclear que ocasionó el suceso es equiparable a una pequeña bomba atómica y se mostró convencido de que durante los próximos días las autoridades japonesas tendrán que evacuarlos habitantes de las zonas más próximas.

En este sentido, el portavoz de Ecologistas en Acción acusó al Gobierno japonés de intentar minimizar el alcance del accidente, al tiempo que denunció la "ceguera interesada de algunos expertos, que confunden indeseado con imposible".

Según Ladislao Martínez, el accidente tendrá repercusiones graves en el medio ambiente, por lo que aseguró que las autoridades japonesas tendrán que extremar los controles sobre alimentos y agua en las zonas afectadas para vitar la contaminación de la población.