Para IU, la creación de la nueva Secretaría de Estado para las Políticas del Agua y del Medio Ambiente limita "las competencias específicas de ésta a una Dirección Genera de Política Ambiental, en vez de la Secretaría General anterior, lo que significa menos influencia en las decisiones y también menos presupuesto".

"La Administración del agua", agregaron, "adquiere un peso desproporcionado en relación a otros aspectos, pero lo más grave es que manifiesta una clara voluntad de seguir construyendo embalses de dudosa justificación".

Los responsables de la coalición criticaron el nuevo organigrama de la Administración de Medio Ambiente, por considerar que resulta catico, desequilibrado, incompleto y está al servicio, dijeron, de los intereses creados por la burocracia.

Según Izquierda Unida, la integración de los organismos de aguas, costas, geografía y meteorología en la misma secretaría "no resuelve la dispersión fundamental de competencias ambientales, con graves ambigüedades, por ejemplo, en lo referente a la Ordenación de los Recursos Naturales. Además, el deslinde es abrupto, o sea, hay más preocupación por el reparto de la tarta que por la coordinación".RECORTE DE AYUDAS DE LA CE

Los líderes de esta formación política también mostraron su preocupación ante "la actitud eco-reticente del Gobierno español en cuestiones medioambientales", ya que, explicaron, si se mantiene, la CE puede recortar la asignación de fondos estructurales a nuestro país.

Respecto a la futura creación de un banco de datos sobre asuntos conservacionistas por parte de la Administración, dudaron que el público, en general, pueda tener acceso al mismo y acusaron al Gobierno demantener "el hermetismo y la verticalidad".

"No en vano", concluyeron, "España está contribuyendo firmemente a frenar la promulgación de la Directiva Comunitaria sobre Información en materia de Medio Ambiente. La cuestión axial de la cooperación ambiental es ignorada, quedando diluida en forma de protocolarias obligaciones internacionales".