Esta iniciativa, según IU, responde a una serie de reacciones que se han producido desde el mundo de la literatura contra un procedimiento que la Comisión ha abierto a Alemania y Austria, por haber establecido un acuerdo transfronterizo sobre el precio de los libros.

Recogiendo lo manifestado por personalidades como Wole Soyinka, presidente del Parlamento Internacional de Escritores, o Gerhard Kurze, presidente de la Asociación de Editores lemanes, la propuesta de resolución de Izquierda Unida considera que "el establecimiento del precio único de los libros permitiría sostener la creación literaria y asegurar la supervivencia de las pequeñas librerías y editoriales".

Teniendo en cuenta que el abandono del precio único ha supuesto en los estados donde se ha practicado un aumento sensible del coste de los libros y el cierre de numerosas librerías, Izquierda Unida considera necesario que la actual Presidencia austriaca de la Unión Europea e plantee una nueva ley en este sentido.