El último episodio de distanciamiento se vivió ayer, cuando la SEPI e Izar advirtieron a los sindicatos que no se sentarán a negociar la próxima semana, ante la celebración de elecciones el 14 de marzo.

En rueda de prensa, el secretario general de la Federación Minerometalúrgica de CCOO, Ignacio Fernández-Toxo, y el secretario general de laFederación del Metal de UGT, Manuel Fernández "Lito", se mostraron dispuestos a negociar "esta tarde, mañana o cuando la SEPI quiera" y criticaron que por la celebración de las elecciones haya que paralizar los contactos.

Ambos dirigentes insistieron en que la diferencia de costes entre la propuesta que hace la SEPI y la reclamación sindical es de sólo dos décimas. Toxo insinuó que el presidente de la SEPI, Ignacio Ruiz-Jarabo puede tener "alguna aspiración política mayor" a su puesto actual y por esoempleo "más dureza" que "su jefe" y trata de "meter en cintura a los díscolos trabajadores de astilleros".

De lo contrario, explicó, no se entiende que por una diferencia de apenas dos décimas de coste (11% frente a 10,8% en tres años, o 12% frente a 11,8% con inflación más alta en 2005) se esté generando este conflicto.

Para Toxo, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) "se ha instalado en una campaña propagandística" e "irresponsable". "Nosotros no nos presentamos a las eleccones", afirmó el secretario general del Metal de CCOO, "y las movilizaciones no persiguen ningún efecto electoral".

"Estamos dispuestos a negociar cuando quieran, antes o después de las elecciones, porque ni nosotros ni la empresa nos presentamos a las urnas", dijo Toxo. "¿Tienen que paralizar la vida social y económica porque estamos en campaña electoral?", se preguntó "Lito".

MÁS MOVILIZACIONES

Para dejar claro que el 14-M no va a marcar un cambio en sus posturas, los sindicatos insistieron e que las reivindicaciones seguirán siendo las mismas tras los comicios y que "vamos a seguir con movilizaciones, antes del día 14 y después del día 14".

La primera de ellas, que se espera de gran magnitud, se celebrará este viernes, día 5, con una manifestación por la calle Velázquez de Madrid de miles de trabajadores de astilleros provenientes de toda España que desembocará en la sede de la SEPI, en la confluencia de la citada calle y López de Hoyos.

Toxo explicó que se han dirigido a todas las ecciones sindicales para que "por todos los medios se evite cualquier tipo de conflicto y entrar en cualquier tipo de provocación" por parte de las fuerzas de seguridad.

"Queremos una movilización masiva, y esa será su dureza, por cauces pacíficos. Que sea un escaparate de la voluntad de los trabajadores por sacar adelante el conflicto", dijo Toxo.

Pero habrá más, prosiguió "Lito", ya que para los días 11, 24 y 31 de marzo se han convocado huelgas de tres horas apoyadas con movilizaciones.

Cn los astilleros militares con plena carga de trabajo y los civiles sin nuevas peticiones en 18 meses, "es necesario vincular" la negociación del nuevo convenio colectivo a la demanda de más carga de trabajo, advirtieron.

Toxo recordó que los sindicatos estuvieron dispuestos a aceptar un expediente de regulación temporal de empleo, en espera de la llegada de nuevos pedidos. Si la SEPI hubiese aceptado esta cuestión y el convenio colectivo planteado se habría producido un ahorro de 18 millones de euros "El enfoque es un disparate, y el resultado una ruina para empresas y trabajadores", añadió.

CCOO y UGT defendieron la "gran dosis" de responsabilidad de los trabajadores, que han continuado trabajando pese a la incertidumbre, permitiendo la entrega en plazo de dos gaseros encargados, lo que ha evitado unas penalizaciones de 120 millones de euros a Izar y la SEPI, en su condición de accionista universal.

El conflicto tiene "salida", sostienen las centrales, para lo cual deben prorrogarse los acurdos de estabilidad de centros de trabajo y empleo de 2001; cerrar compromisos de carga de trabajo que se hagan visibles en breve; y poner en marcha un plan de choque para salvar la situación actual, negociando un ERE temporal y desarrollando las medidas del protocolo de fomento de la competitividad firmado en marzo de 2001.