El proyecto pretende alcanzar una progresiva igualdad de derechos entre extranjeros y españoles, así como la máxima integración en la sociedad de aquellas personas que lleven un determinado número de años viviendo y trabajando en España.

Igualente, la propuesta alude a las manifestaciones de racismo y xenofobia detectadas en los últimos años, lo que exige, según el texto, una "adecuada regulación, en todos los ámbitos, de las relaciones jurídicas de las personas de distinto origen, sobre las bases del máximo respecto a los derechos fundamentales y a la diversidad cultural, teniendo siempre presente el principio de no discriminación".

El portavoz adjunto de IU, Diego López Garrido, y el líder de Iniciativa per Catalunya (IC), Rafael Ribó, qe ofrecieron una rueda de prensa para explicar la iniciativa, coincidieron en señalar que el concepto de residencia y ciudadanía tiene que ir sustituyendo al de nacionalidad.

Ribó dijo que la legislación debe ir superando los frenos y limitaciones que impiden la igualdad de derechos entre los extranjeros y los españoles, al tiempo que hizo un llamamiento al resto de grupos políticos para encontrar un acuerdo en este sentido.

Por su parte, López Garrido insistió en que la mejor forma de integració de los extranjeros para que se arraiguen definitivamente en un país es facilitarles una serie de derechos políticos, como el derecho al voto.