Llamazares considera inadmisible que uno de los puntos prncipales en los que se basa dicha reforma sea la potenciación de la participación de la iniciativa privada en la prestación de los servicios del transporte por ferrocarril, además de la modernización de la red de infraestructuras ferroviarias y la adaptación a la normativa de la Unión Europea.

En opinión de Gaspar Llamazares, se trata de un paso más en la política de privatizaciones del Gobierno del PP, ya que, al abrir el sistema ferroviario español a la competencia, el transporte de mercancías podrí liberalizarse desde un primer momento, mientras que el de viajeros tendría regímenes distintos en relación con la demanda existente o las obligaciones de servicio público que puedan serle impuestas por la administración competente.