En la sesión plenaria, los votos del Partido Socialista y la abstención del PP permitieron la aprobación delos presupuestos, que fueron rechazados por IU.

Las diferencias entre PSOE y la coalición radican en la privatización del servicio municipal de limpieza viaria, que el equipo de gobierno socialista defiende como la mejor medida para acabar con la situación de uno de los municipios más sucios de la Comunidad de Madrid.

Frente a esta medida, a la que el Ayuntamiento destinará 160 millones de pesetas, IU defiende que dicha cantidad sea invertida para la ampliación de plantilla y recursos del servici de limpieza.

Por otra parte, los presupuestos fijan un total de 231 millones de pesetas para las inversiones, que disminuyen respecto al pasado ejercicio en 430 millones de pesetas.

Asimismo, los gastos de personal se elevan a más de 1.000 millones de pesetas, mientras que los gastos corrientes y pago de préstamos recogen una partida de 1.100 millones de pesetas.

El capítulo de gastos fue el que centró las críticas de los grupos de la oposición, que consideraron que el Ayuntamiento se encuetra al borde de la quiebra técnica por un endeudamiento desorbitado que, a su juicio, estos presupuestos va a seguir aumentando.