Herrera recalcó que IU no tiene pruebas sobre esta denuncia, de la que se ha enteradoa través de los medios de comunicación, aunque subrayó que en este asunto parece que el equipo de gobierno municipal ha decidido actuar sobre la base de una información conseguida ilegalmente.

El concejal no dio crédito a las explicaciones del responsable de la Concejalía de Sanidad y presidente de la Funeraria, Simón Viñals, quien argumentó que él no ha realizado ningún tipo de espionaje y que una persona anónima se presentó en la conserjería para dejar una cinta grabada sobre una asamblea de trabajaores.

"Viñals", añadió Herrera, "en vez de tirar la cinta a la papelera o abrir una investigación para depurar posibles responsabilidades, ha admitido que un funcionario anónimo diseñe una estrategia para contrarrestar las iniciativas de los trabajadores de la Funeraria".

Tras señalar que no es la primera vez que el Ayuntamiento de Madrid se ve salpicado por un caso de escuchas ilegales, Herrera condenó el hecho de que, para conseguir sus objetivos, haya personas que utilicen todos los medios legles o ilegales a su alcance.

Finalmente, aclaró que la petición de que se abra una investigación ha sido formulada al concejal de Seguridad porque el actual delegado del Gobierno, Segismundo Crespo, abandonará próximamente el cargo, aunque indicó que también transmitirá su demanda a la persona que ocupe su puesto.