González declaró a Servimedia que el edificio de la antigua fábrica de cervezas El Aguila que alberga la discoteca cuenta, además, con restos de arte mudejar, por lo que tendría que estar protegido.

El edil, que ha visitado las instalaciones para comprobar la veracidd de las quejas de los vecinos, aseguró que el local no dispone de las suficientes salidas de emergencia y algunas están inutilizadas, porque junto a ellas han sido colocadas barras donde se ofrecen bebidas.

Agregó que los precios son abusivos, los refrescos y combinados se sirven en vasos de plástico y varias barras (la discoteca cuenta con un total de 12) carecen de agua corriente.

"Permitir una actividad con estas deficiencias, que ocasiona una serie de agresiones a los vecinos, que tienen quesoportar problemas de tráfico y desórdenes de todo tipo, es intolerable", señaló.

González, que reiteró que él no está en contra de que la gente se divierta, acusó al concejal de Arganzuela, Clemente Torres, de mantener una posición de "continua agresión" a los vecinos, que son los principales perjudicados por el funcionamiento del local.

Torres ha anunciado que la semana próxima tomará una decisión sobre el futuro de la discoteca, tras conocer una serie de informes técnicos que ha encargado paracomprobar si la actividad del establecimiento va en contra de las ordenanzas municipales.

"Yo también soy concejal", recalcó González, " y no necesito informes técnicos. Sólo con ir allí y comprobar el nivel de ruido, las salidas de emergencia, los vasos de plástico, los precios abusivos y cómo la gente se mea en la calle es suficiente para proceder a la clausura".