En su intervención, Sabanés volvió a pedir que una comisión de la Eurocámara se desplace hasta Madrid para conocer "in situ" la situación. También reclamó un procedimiento de audiencia pública desde el Parlamento Europeo para que todos los afectados puedan hablar.

Sabanés destacó el impacto negativo que ya se ha causado en el medio ambiente urbano y en la salud pública por la reforma de la M-30, y reclamó la "urgente intervención de las instituciones europeas para corregir los graves efectos que ya se están produciendo en la calidad de vida de los madrileños y las madrileñas".

Además, aseguró que esta obra, que aumentará la capacidad de tráfico de la vía un 50 % y que tiene un presupuesto de más de 4.000 millones de euros, situará al Ayuntamiento de Madrid "en el mayor endeudamiento de su historia y en una situación de riesgo durante 35 años".

Denunció que, pese a tratarse de un "macroproyecto" en el que trabajan las mayores tuneladoras del mundo, sólo se ha desarrollado "una tramitación administrativa perfectamente planificada para eludir el cumplimiento de las directivas europeas" y de otras normativas nacionales y autonómicas, y no se han hecho declaraciones de impacto ambiental.

Sabanés se refirió en concreto a las obras del "bypass" sur, de las que dijo que suponen "una agresión sin precedentes en un entorno urbano residencial y espacios verdes protegidos", denuncia sobre la que profundizó el portavoz de la Plataforma de Vecinos Afectados por las obras de la M-30 en el Nudo Sur, Roberto Tornamira, quien también intervino ante la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo.

Sobre los cinco proyectos del río Manzanares autorizados por la Confederación Hidrográfica del Tajo y la Comunidad de Madrid, Sabanés dijo que no se están cumpliendo las condiciones establecidas en las autorizaciones.

Además, según la portavoz de IU, la reforma de la M-30 está ocasionando un grave impacto sobre la masa arbórea, así como en parques y jardines protegidos, con 13.394 árboles afectados hasta el momento, de los que casi 9.000 son talados, con una edad total de 171.684 años, lo que "da una idea de las pérdidas ya irreparables, teniendo en cuenta que son datos del mes de junio de 2005 y que con los nuevos datos podría llegar a duplicarse esta cantidad".

También hizo mención a los parques y jardines con niveles de protección o históricos afectados por las obras, y dijo que"con toda seguridad una declaración de impacto ambiental y una planificación exigente y rigurosa hubiera evitado los daños ya irreparables que se han producido".