En ese documento, IU solicita a Aznar el compromiso de enviar una proposición de ley al Congreso en la que se establezca la reducción de la jornada laboral a 35 horas semanales para el año 2000, la supresión de las horas extraordinarias, "salvo casos de fuerza mayor", y la búsqueda del consenso con los sindicatos y los empresarios ua vez esté redactado el texto de la ley.

Con esta inciativa, IU trata de suplir la inexistencia de un pleno en el Congreso previo a la Cumbre Europea en el que los Grupos podrían "colaborar en la conformación de la posición del Gobierno español", según explicó la portavoz parlamentaria de IU, Rosa Aguilar.

Aguilar instó, asimismo, al Ejecutivo a que vaya estimulando la progresiva reducción de la jornada laboral en la administración pública y en las empresas que dependen del Estado.

IU está "reocupada" ante la posibilidad de que el Gobierno acabe alineándose con las posiciones "más conservadoras y neoliberales" de Alemania en contra de la postura defendida por Francia en la Cumbre de Luxemburgo.

En cualquier caso, Aguilar, consideró que lo fundamental es que la cumbre no acabe dejando la sensación en los ciudadanos de que no ha servido para adoptar ninguna medida concreta de lucha contra el paro.