En rueda de prensa, Marín señaló que se deberían investigar esas filtraciones porque revelar datos confidenciales es un delito. Destacó que "hemos llegado a una situación impresionante en la vida política, ciudadana y de la medicina" y que "nunca se había conocido en este país una cosa parecida, ni con las grandes epidemias que ha habido".

El portavoz de IU aseguró que "los médicos han cumplido con su obligación de hacer que no sufra el ser humano a niveles insospechados, que parece ser que es lo que les interesa mucho a algunos sectores de la sociedad española que son ultra católicos".

Exigió al consejero de Sanidad, Manuel Lamela, que, "si tiene pruebas contundentes, las ponga en manos de la justicia para que se llegue hasta el final".

Sobre este mismo asunto, la portavoz adjunta del PSOE en la Asamblea de Madrid, Ruth Porta, denunció, en la rueda de prensa posterior a la reunión de la Junta de Portavoces, que "no cejan los ataques contra los profesionales de la sanidad publica" y aseguró estar "tremendamente preocupada por los visos que está tomando este tema".

Porta acusó a Lamela de estar "promoviendo actuaciones que sólo conducen a la quiebra de la confianza entre médicos y pacientes, que son los primeros y últimos perjudicados".

Para rebatir sus argumentos, el portavoz del PP, Antonio Beteta, indicó que "estamos viendo un ataque irresponsable de Simancas, que, pretendiendo atacar al Gobierno de Aguirre, está atacando indirectamente y de modo dañino la imagen que tienen los ciudadanos sobre la sanidad publica".

"Es una locura que se diga que queremos atacar a los profesionales", explicó Beteta, quien añadió que "todo es una mentira reiterada de Simancas. La unica verdad es que siempre miente", manifestó.