En una rueda de prensa en la Cámara Baja, Herrera recordó la tragedia que costó la vida a 200.000 personas, y que causó "daños dramáticos" en la población, pero recalcó que no es el único accidente que se ha producido en las últimas décadas.

"En 2006, la tecnología nuclear continúa siendo profundamente inmadura", indicó, haciendo alusión a una advertencia que, según dijo, hace el propio director del Ciemat.

Emplazó al Ejecutivo a cumplir su compromiso con sus votantes y con IU-ICV,y a tomar ejemplo de otros países europeos en los que se ha iniciado una importante reflexión sobre la superación de la energía nuclear. Instó, por ello, al gobierno a elaborar un calendario de cierre que empiece por el cierre de la central de Garoña antes de 2009.

Aseguró que la energía nuclear "no es la alternativa al petróleo", ya que resuelve el consumo eléctrico, pero no el transporte, y tampoco cumple con el compromiso de Kyoto, por lo que es "una trampa" plantear ahora sus beneficios, especialmente si se tiene en cuenta que es "carísima". "Hay muchas mentiras y muchos intereses", sentenció.

Por ello, anunció que presentará al Gobierno un plan para el cierre paulatino de las centrales nucleares, con un horizonte de aquí al 2020, que permita reorientar los recursos hacia la inversión en ahorro energético, de forma que se pueda hacer frente al consumo eléctrico, que ahora la energía nuclear cubre en un 23 por ciento.

Por último, expresó su rechazo a la iniciativa que votará mañana el Congreso para permitir la creación de un centro de Almacenamiento Temporal de Residuos en España, o lo que es lo mismo, un único cementerio nuclear, porque esta idea no se puede aceptar sin saber hasta cuándo seguirán llegando residuos, es decir, cuando estarán cerradas todas las centrales.