IU-ICV ha trasladado a Marín una queja formal por su actitud reflejada, por un lado, en el reparto de dependencias en las nuevas instalaciones de la Cámara Baja y, por otro, al no permitir que una diputada del grupo explicase por qué quería retirar una iniciativa.

Herrera advirtió de que el trato que supone pretender un "trágala" con la distribución de despachos y no dar la palabra a Carme García, como hizo en el último Pleno, cuando quería argumentar su pretensión de modificar la iniciativa incluida en el orden del día, puede afectar al buen funcionamiento de la Cámara y "aportar más tensión".

"No es sólo hacia nuestro grupo parlamentario, es una actitud compartida hacia grupos que se denominan minoritarios pero que representan a buena parte de la ciudadanía", agregó el portavoz de IU-ICV, quien recalcó que en su caso es más grave porque constituye la tercera fuerza electoral del país, pese a tener sólo cinco diputados, "y a veces esas cosas se olvidan".

Por todo ello, emplazó al presidente a "reflexionar y corregir" su actitud, ya que "la Cámara debe funcionar de acuerdo con lo que somos: una expresión pluripartidista de la sociedad, con muchos matices, en la que, a causa del sistema electoral, algunas fuerzas políticas están más dimensionadas y otras menos".