Los portavoces de ambas formaciones en el Congreso de los Diputados, Gaspar Llamazares y Joan Herrera, se reunieron esta tarde en el palacio de la Moncloa con el presidente del Gobierno durante cerca de una hora.

Después, en rueda de prensa, Herrera explicó que la reunión había sido "cordial" pero con vacíos preocupantes que se centran en las medidas contra la crisis económica y en la financiación autonómica.

Herrera denunció "la falta de compromiso" del presidente con el mandato del Estatuto de Autonomía de Cataluña de sentar las bases de ese modelo de financiación antes del 9 de agosto, que se va a incumplir "con toda naturalidad".

Mientras el presidente no asuma que el Estado "tiene que adelgazar" no podrá haber acuerdo en financiación, y el desacuerdo en ese ámbito, advirtió, "haría imposible un apoyo presupuestario".

Pero, además, Herrera se mostró convencido de que el Presupuesto, a pesar de no estar aún elaborado, será "restrictivo y de recortes", cuando la salida de la crisis económica requiere, en su opinión, que el Estado asuma endeudamiento para compatibilizar el gasto social con el cambio de modelo de crecimiento.

Denunció, en este sentido, que se ha gastado el superávit "de forma caprichosa" con políticas "de cheques" como la ayuda por hijo o las deducciones de 400 euros, mientras las comunidades autónomas siguen perdiendo ingresos.

Herrera precisó por todo ello que su formación se inclina por el rechazo a los Presupuestos, aunque no perdió la oportunidad de reiterar al presidente que "si se quiere, se puede" salir de la crisis con medidas de izquierdas.

Llamazares coincidió en que las primeras impresiones de esas cuentas "no son favorables" porque parece que serán los primeros presupuestos "de ajuste" del Gobierno de Rodríguez Zapatero. Aunque aún es pronto para definir el voto, hoy por hoy "no estamos en el sí ni en la abstención, sino en una actitud negativa".

En su opinión, el presidente sigue "minusvalorando la gravedad de la crisis" y acometiendo medidas "continuistas" como si se limitara a "esperar que escampe". Le invitó por ello de forma reiterada a mantener el gasto social al tiempo que se cambia el modelo productivo, lo que requiere expansión del gasto.

Llamazares insistió en que no pueden ser los trabajadores y los sectores más desfavorecidos los que paguen la crisis, sino que deben hacerlo quienes más se enriquecieron en el periodo de crecimiento. Reclamó por ello más impuestos sobre plusvalías de suelo y sobre grandes beneficios y fortunas.

A diferencia de CiU, cuyo portavoz reclamó expresamente horas antes al presidente el impulso de unos nuevos Pactos de la Moncloa, Llamazares no cree que esa sea la solución porque la crisis actual es sólo económica, no política.