Almeida señaló que "ver personas (transexuales y travestis) en el interior de una prisión de hombres que, aunque no estén operadas, tienen pechos, pelo largo, etcétera, es una situación de mayor tensión y peligro para ellos".

En este sentido, IU no descarta presentar na iniciativa parlamentaria que permita regular la situación jurídica y personal de este colectivo de presos. Uno de los objetivos sería regularizar y, en algunos casos agilizar, la petición de traslado a cárceles de mujeres por parte de transexuales y/o travestis.

La Dirección General de Instituciones Penitenciarias no tiene previsto atender la denuncia de los citados travestis porque, según explicaron a Servimedia fuentes penitenciarias, el reglamento es inalterable en este terreno.

El vacío leal existente en España en torno a la figura jurídico-social del travestido y muy especialmente del transexual, que será ahora objeto de estudio por parte de IU, es manifiesto en lo concerniente a la población reclusa, ya que estas personas son consideradas como hombres en todos los casos y sin exclusión.

Sólo en los casos de transexuales que han sido operados, los responsables penitenciarios proceden a su estudio individualizado y, por regla general, acceden a la petición de traslado a una cárcel de mjeres. No ocurre así con los también transexuales que, sin embargo, mantienen intactos sus genitales masculinos a pesar de que su aspecto exterior es el de una mujer.