Tras señalar que el texto debería formar parte de una ley de salud sexual más amplia, defendió que la mujer pueda interrumpir voluntariamente el embarazo por libre decisión hasta las 24 semanas de gestación y que no haya plazos en el caso de que haya malformación fetal y riesgo para la vida de la embarazada o se diagnostique enfermedad concomitante (en el nuevo anteproyecto se limita a un máximo de 22 semanas para poder abortar por estos motivos y sólo 14 semanas para hacerlo libremente).

Asimismo, reclamó la desaparición total del aborto del Código Penal y que se regule la objeción de conciencia del personal sanitario, con el fin de garantizar la prestación pública.

"Hay médicos y médicas que presentan su objeción en centros públicos y sin embargo practican abortos en centros privados",dijo Espinosa, quien propuso también que la interrupción voluntaria del embarazo se incluya en los estudios de medicina; que se incluya la educación afectivo sexual en el currículo escolar de una manera integral, abordando la materia en diferentes asignaturas, y que se de mayor información sobre derechos sexuales y reproductivos.

Tras celebrar que a partir de ahora las menores de 16 a 18 años puedan abortar sin la tutela de sus tutores, señaló que desde IU pretenden que "se reconozca de forma efectiva el derecho de la mujer a decidir sobre su maternidad y su sexualidad, y que se iguale nuestra ley a la de los países europeos más avanzados".