En un largo comunicado, la coalición señaló éste, entre otros argumentos, para justificar su negativa a suscribir el manifiesto contra el IRPF presentado por el PSOE, Nueva Izquierda, Iniciativa per Catalunya, UGT y CCOO.

IU dice que "la contrarreforma fiscal no comienza, por degracia, con el Gobierno del PP -aunque hay que reconocer que éste se ha dedicado febrilmente a la materia-, sino que su origen debe situarse, al menos, en 1988". La coalición insiste en este aspecto, porque entiende que "la gravedad de las medidas actuales se acrecienta en tanto que se acumula a otras anteriores".

Además de insistir en que el manifiesto induce a engaño porque no aclara el origen del problema, IU asegura que no deben existir dudas sobre su rechazo al nuevo IRPF, como ha quedado constania en su enmienda a la totalidad de la ley, que presentó en el Parlamento.

Además, IU reprocha a los firmantes que el manifiesto contra el IRPF se haya hecho sin diálogo entre las fuerzas políticas que lo pretendían apoyar, al plantearse más "como un contrato de adhesión que como un trabajo en común".

Izquierda Unida califica el documento presentado hoy de "escasa utilidad", por tratarse de una "pura crítica" en vez de ofrecer una "alternativa común", si bien reconoce que esta hubiera sido difíci, ya que algunas enmiendas del PSOE al nuevo IRPF distan poco de la filosofía del PP.

Igualmente, denuncia el "criterio restrictivo" del documento y afirma que no es lógica "la negativa a convocar a sindicatos como USO y CGT, con miles de delegados obtenidos en las elecciones sindicales, y sin embargo se incorporen partidos como Nueva Izquierda, que jamás ha concurrido como tal partido a unos comicios, "y que no parece que tenga intención de hacerlo como no sea en las listas del PSOE".

Además de eclamar más sosiego para elaborar el documento, IU dice que las urgencias por hacerlo público "únicamente pueden venir recomendadas por la pura rentabilidad electoral", al hacerlo coincidir plenamente con la campaña de elecciones vascas.

No obstante, IU mantiene su voluntad de oposición al nuevo IRPF, se muestra dispuesta a participar con otras fuerzas políticas en movilizaciones contra dicha reforma y aconseja incluir esas protestas en otras reivindicaciones más amplias, como la cobertura del desemplo, la financiación de la protección social o la reducción de la jornada laboral.