La huelga, convocada por los periodistas colegiados en la FNSI, pretende presionar a los editores, agrupados en la Federación Italiana de Editores de Periódicos (FIEG), en la negociación del convenio de prensa nacional que existe en Italia y que afecta a todos estos trabajadores, lo que no ocurre en España.

En las negociaciones del convenio, que debería haber entrado en vigor a principios de este año, la FNSI pide un incremento retributivo para los redactores ordinarios de más de00.000 pesetas al mes, mientras que la FIEG sólo ofrece el 20 por ciento de esa cantidad.

Además, los periodistas reivindican poder ejercer un derecho de veto al director, pero de forma efectiva, ya que hasta ahora se les reconocía pero sólo de manera simbólica.

Ante esta reivindicación, un grupo de directores, entre los que figuran Paolo Miele, de "La Stampa", y Andrea Monti, de la revista "Panorama", firmaron un manifiesto contra la pretensión de los periodistas.

Finalmente, los informadors italianos solicitan que los editores de mesa firmen, al menos, un artículo a la semana, con el fin de que no sean confundidos con los correctores de pruebas.

Desde que comenzó el año, el sector de prensa en Italia ha vivido en convulsión casi permanente, con varias jornadas de paro. Las fuentes de la FNSI consultadas por esta agencia indicaron que convocarán nuevas movilizaciones en junio si no progresan las negociaciones con los editores, en las que interviene como mediador el ministro de Trabajo, ranco Marini.