Las autoridades italianas temen que el cementero militar donde se encuentran, que acoge a cientos de soldados alemanes, se convierta en un foco de atención para los grupos de extrema derecha, según informa "Il Corriere della Sera".

Christian Wirth, Gottfried Schwartz y Franz Reichleitner fueron asesinados por partisanos italianos a finales de la segunda Guerra Mundial. Italia espera que Alemania se lleve del cementerio militar los restos de estos agentes de las SS alemanas, acusados en su día de cometer atrocidades en varios campos de concentració.

Las autoridades temen que el lugar se convierta en centro de reunión de grupos de extrema derecha, ya que parece que el enclave ya ha atraído la atención del ultraderechista Jörg Haider. Hace unos meses el Gobierno italiano denegó la visita del líder austriaco, por considerarlo un insulto a los judíos allí enterrados.