La mayoría de los madrileños optaron esta tarde por sentarse cómodamente frente al televisor y presenciar el partido con un refresco y un ventilador al lado, para mitigar el fuerte calor que castiga a la capital durante los últimos días y, de paso, animar al equipo español.

Desde antes de las seis de la tarde, hora de comienzo del encuentro, las calles de la ciudad mostraban un aspecto inusual para la tarde de un sábado: pocos coches, algún que otro paseante poco aficiondo al fútbol y ausencia de ruido.

El Centro de Pantallas del Ayuntamiento de Madrid confirmó a Servimedia que a la hora antes citada el tráfico era muy fluido en toda la ciudad y prácticamente nulo en muchas calles alejadas del centro.

Los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) viajaban a media tarde de hoy con la mayor parte de los asientos vacíos y sus escasos ocupantes era principalmente ancianos.

Otro tanto ocurría con el Metro, cuyos andenes y convoyes permanecían semideiertos, y con los escasos taxis que circulaban por las calles, cuyos conductores se afanaban infructuosamente por retirar el cartel de "libre".

Esta agencia hizo una ronda de llamadas a una serie de cines céntricos de Madrid y en casi todas ellas la respuesta fue la misma: a la sesión de las cuatro de la tarde apenas habían acudido pocas decenas de personas, mientras que para la de las siete la venta de entradas era mínima.

TARDE MUY TRANQUILA

En el cine Carretas, que según las estadísticas es e los más taquilleros, las películas "Este muerto está muy vivo" y "Doble impacto", apenas fueron vistas en los primeros pases de la tarde. "Estamos teniendo una tarde muy tranquila, lo que no es normal se se compara con otros sábados o domingos", comentó la taquillera a Servimedia.

En el "Benlliure", que tiene un aforo de 1.700 personas, sólo 70 espectadores asistieron a la primera sesión. Uno de los responsables de la sala dijo a esta agencia: "Nos vamos a ir a la ruina si los otros pases tienen tano éxito".

El encargado de Aquopolis, parque acuático situado en Villanueva de la Cañada y uno de los más grandes de Europa, dijo que la jornada de mañana transcurrió con normalidad respecto a otros sábados de verano, aunque a partir de las cuatro de la tarde la gente comenzó a abandonar las instalaciones para ver el partido por televisión.

En el Zoo de la Casa de Campo la incidencia del España-Italia fue menor, ya el número de visitantes rondó las 3.000 personas, cifra similar a la de muchos sábaos.

El interés del partido del mundial entre España e Italia también se dejó sentir en la reunión del Consejo Político Federal de Izquierda Unida (IU).

El secretario de Organización de la coalición, Mariano Santiso, que actuó de moderador, no se cansó de repetir a sus compañeros que hicieran unas intervenciones breves para que la reunión no se prolongara en exceso y los "compañeros futboleros" pudieran contemplar el partido.