En el discurso presentado ante la Junta General de Accionistas de la sociedad, Álvarez apuntó que "ahora se abre ante nosotros y ante todo el sector de la distribución un horizonte complejo".

Las principales características de esta nueva situación "será una menor aportación de la demanda interna a la economía y la continuidad de la desaceleración del consumo doméstico", señaló.

"Ante esos desafíos", dijo el presidente de El Corte Inglés, la compañía "tiene que hacer valer" una "calidad óptima, servicio impecable, surtido completo, especialización de sus áreas de venta y de sus profesionales, y garantía total".

Además, Álvarez insistió en la importancia de "reafirmar" la "apuesta por los grandes almacenes, formato que sigue aportando al grupo el mayor crecimiento y volumen de negocio y beneficio", así como mantener el impulso a los programas de "expansión, diversificación y mejora".

Según el presidente de la compañía de distribución, las cifras del ejercicio 2007, con un incremento del beneficio de 5,1% y de las ventas del 4,7%, "son motivo de satisfacción" y "demuestran la vitalidad de nuestro grupo".

En este sentido, destacó que estos resultados se han conseguido "en un entorno de la economía en proceso de desaceleración, con un crecimiento general de 3,8% y un descenso del consumo final de los hogares, cuyo ritmo de crecimiento ha pasado del 3,5% en el primer trimestre al 2,7% en la fase final de 2007".

Durante su discurso, Álvarez insistió en el "esfuerzo inversor" realizado por la compañía el pasado ejercicio, con más de 1.600 millones de euros, y recordó que muchas de las actuaciones que se han llevado a cabo buscaban la "eficiencia energética y el ahorro de recursos".

El presidente de El Corte Inglés quiso reseñar también la importancia del capital humano del grupo, y señaló que se mantiene un "alto grado" de fidelidad a la empresa, con una antigüedad media de 10 años.