Así consta en una simulación realizada por la Fundación de la Cajas de Ahorros Confederadas (Funcas), dirigida por los profesores José Luis Raymond y Fernando Pampillón, que compara lo que pagarán los contribuyentes en 2003 con lo que habrían abonado de mantenerse el actual IRPF.

El informe asegura que la nueva reforma del IRPF es continuista de la anterior y desaca que, si bien supone una reducción generalizada de la cuota para todos los tramos de renta, "sólo existen disminuciones relevantes para rentas superiores a 120.000 euros que, además, crecen con los rendimientos", es decir, que beneficia más cuanto más ingresos se tienen por encima de esa cantidad.

El nuevo impuesto también favorece a quienes ganan alrededor de 18.000 euros anuales (3 millones de pesetas), "mientras que en los tramos intermedios, las reducciones no alcanzan el punto porcentual e incuso no llegan a 0,3 puntos en la banda comprendida entre 36.000 y 90.000 euros (6 y 15 millones de pesetas)".

Así, las rentas en el entorno de los 18.000 euros anuales registrarán una rebaja en la cuota del IRPF del 1,12%, mientras que los que ganan más de 120.000 euros logran una rebaja del 0,97%, que se dispara hasta el 2,59% para quienes ganan más de 600.000 euros al año (100 millones de pesetas).

Por contra, quienes ganan entre 18.000 euros (3 millones de pesetas) y 120.000 (20 millones) tienn escasos beneficios, que son mínimos para quienes ganan cada año entre 42.000 y 84.000 euros (7 y 14 millones de pesetas, respectivamente).

Según explican los autores, esta reducción se debe casi exclusivamente a la rebaja de la tarifa del impuesto que se ha acometido con la reforma, ya que, según afirman, no se ha actualizado el IRPF de acuerdo con la evolución de la inflación.

Finalmente, alertan del que el impacto recaudatoria de la reforma pueda poner en riesgo el logro del equilibrio presupestario, por lo que piden "prudencia" en las reformas.

Para realizar su ejercicio de simulación, los expertos de FUNCAS han considerado un contribuyente medio de las siguientes características: unidad familiar compuesta por un matrimonio con dos hijos, con rendimientos del trabajo generados por uno de los dos cónyuges; uno de los hijos tiene de 3 a 16 años mientras que otro es menor de 3; y no realizan inversiones en la vivienda habitual ni aportaciones a planes de pensiones.